Es muy probable que hayas escuchado o leído el término “masculinidad frágil” que se ha popularizados en los últimos años gracias a las redes sociales y que en ocasiones es usado, incluso, como insulto, pero ¿Qué significa? Y ¿Cómo puedes saber si la sufres?
Hoy en QuickFix vinimos a aprender contigo sobre este término que puede hacernos cuestionar varias actitudes propias o que observas en amigos y familia.
¿Qué es la masculinidad frágil?
La masculinidad son los comportamientos, costumbres, valores y cánones que una sociedad asocia con los hombres, es decir, lo que para un grupo social se considera normal para nosotros.
Al ser influenciada por la cultura, lo que asociamos a la masculinidad es diferente en cada país, región o momento histórico; no es igual lo que era una figura masculina en 1940 a lo que se es hoy en 2024.
Pero este tema de la masculinidad frágil o tóxica viene ligada al problema del machismo, y el pensamiento sobre que al ser hombres somos superiores a las demás personas, donde debemos ser la voz de mando, quien provee y la persona que toma las decisiones dentro de una familia o relación; observando a las mujeres como seres inferiores a nuestro cuidado y subordinación.
Toda esta idea que crea el machismo de lo que debe ser un hombre es lo que llama la atención en la masculinidad frágil, donde, al ser él quien lleva la batuta, no debe expresar ni sentir emociones ni sucumbir a actitudes o tareas que no “le corresponden” porque son “de mujeres”.
Prohibiéndoles explorar pasiones que “no son masculinas”, aportar en el mantenimiento equitativo del hogar y usar prendas o tener preferencias fuera de lo que se considera masculino.
Pero esto trae consecuencias a largo plazo
La masculinidad frágil crea en nosotros altas exigencias de comportamiento a temprana edad, ya que no existe la preocupación por un saludable desarrollo emocional y mental porque “un hombre debe ser fuerte”
Haciendo a los jóvenes convertirse en adultos más propensos a la ira y la agresividad, ya que nunca desarrollaron la inteligencia emocional necesaria para gestionar los problemas de otra manera, trayendo como consecuencia una crianza con una masculinidad tóxica y machista.
Rasgos que presenta un hombre con masculinidad frágil
- Se niega o critica a otros hombres que utilizan prendas de colores pasteles como rosas, morados o amarillos.
- No aporta en las tareas del hogar porque considera que no es su responsabilidad.
- Piensa que la crianza de los hijos es trabajo solo de la madre.
- Considera que los hombres no deben llorar ni expresar tristeza.
- Evita en exceso el contacto físico con otros hombres.
¿Qué puedo hacer si me doy cuenta que tengo masculinidad frágil?
Para empezar, si te has hecho consciente que eres parte de las personas que poseen este tipo de pensamientos ya vas por buen camino, debido a que admitir que nuestros comportamientos generan situaciones problemáticas en nuestro entorno, es la parte más difícil.
Es importante buscar ayuda psicológica que te brinde una guía sobre cómo abrirte emocionalmente y comenzar a gestionar tus emociones de manera saludable.
Conversa con tu pareja o familiar femenina y toma la iniciativa en apoyar en las tareas sencillas del hogar como usar la lavadora y secadora, preparar recetas fáciles, doblar la ropa, sacar la basura y lavar los platos. Esto hará que desarrolles la empatía hacia todo el grupo familiar y será de gran aporte en beneficio de la armonía y respeto en todas tus interacciones con el género femenino.